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asilo rudesindo soto

En 1935, monseñor Rafael Afanador y Cadena, arzobispo de Pamplona y varias personas preocupadas por la situación que padecían ancianos abandonados en Cúcuta, se dieron a la tarea de solicitar a la madre general de la comunidad de las “Hermanitas de los ancianos desamparados”, con sede en España, la apertura de un refugio, similar al que ya existía en Pamplona.

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Dado que el tiempo transcurría y no había respuesta, la cucuteña Eva Briceño, propietaria de una pequeña casa sobre la avenida tercera entre calles 12 y 13, decidió escribir directamente a la madre general de la comunidad y poner a disposición esa vivienda para que funcionara el asilo.

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Así quedo inaugurada en la Ciudad de San José de Cúcuta, el mencionado Asilo de Ancianos Rudesindo Soto de la  Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, el 10 de Noviembre de 1935.

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Tomado de http://cronicasdecucuta.blogspot.com.co/

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